Y llegó el gran día. Por fin en mis brazos. La felicidad desbordaba por todas partes y solo estaba deseando llegar a casa con mi bebé.
Como no fueron suficientes las preguntas estúpidas que se me hicieron estando embarazada respecto a mis gatos, la cosa continuó cuando la niña estaba a punto de nacer y una vez nació.
– Y ¿qué vais a hacer? ¿No le van a arañar?
– ¿Y si se le suben encima?
– Se van a poner celosos ya verás…
– Váis a tener que tener mucho cuidado con los gatos, son muy celosos
– Y ¿si no aceptan a la niña?
…….
Yo, ilusionada porque por fin mis gatos y mi hija se iban a conocer, iban a empezar su convivencia, íbamos a estar todos juntos,… Y los demás , como siempre, intentando hacerte dudar, y rompiendo ilusiones.
Llegué a mi casa con mi bebé, y el recibimiento de mis gatos, he de decir , que no fue el que me esperaba.
Los gatos, al igual que nosotros, se tenían que ir gradualmente adaptando a la niña, y a la nueva situación. ¡Esto no quiere decir que intentaran matarla!
Fue un recibimiento cordial, la olieron, la rodearon, y fueron poco a poco según pasaron los días habituándose a ella. A su olor, sus movimientos y sus ruidos. Todo era nuevo para ellos. Con paciencia y amor hoy somos una familia super feliz.
Para muestra un botón. Mi gato duerme con ella.
Os dejamos unos consejos de adaptación a la llegada del bebé.
– Antes de la llegada del bebé, los gatos deberían ir familiarizándose con sus cositas. Cuna, carrito, habitación… Los gatos son animales muy rutinarios, y cualquier cambio de mobiliario les puede afectar, por lo que mejor hacerlo gradualmente.
– Se puede ir usando la colonia la colonia del bebé, y el detergente con el que se lavará la ropa. Los gatos también son un poco maniáticos con los olores por lo que este punto es importante.
– Mientras estamos ingresadas en el hospital, nuestra pareja puede llevar a casa la ropa del bebé ya impregnada con su olor.
– Cuándo llegue el bebé, no desatender las necesidades de nuestro gato y mantener todas sus rutinas. Proporcionarle las mismas atenciones que siempre.
– Paciencia y tiempo. Habrá gatos que les cueste más que a otros adaptarse a la nueva situación. Si después de unos días, semanas, no ves resultados positivos, le ves al gato diferente, estresado, etc, no te preocupes, consulta con un especialista.
Pero no abandones a tu gato, ver crecer a tu bebé con él es una experiencia increíble.