SALEM (3 años)
Salem vivía en una casa feliz con su dueña. Entraba y salía de la casa por una ventana cuando quería. Unas chicas lo recogieron y lo trajeron a nuestro refugio, donde una compañera que vivía cerca lo reconoció y se puso en contacto con su dueña pensando que se había perdido. La respuesta fue que ya no le quería y que le había cerrado la ventana a propósito.
Por fin ha encontrado una familia y con ellos sigue siendo un gato cariñoso y juguetón, un poco teatrero cuando quiere y también un macarra de mentirijilla al que le encantan los abrazos de gato.