Lo recogimos muy malito. Tuvieron que dejarlo ingresado con suero intravenoso y antibiótico.

 

 

No sabemos de dónde vino, sin duda es callejero, se deja tocar… Aunque no le hace ninguna gracia. Por suerte es bueno y a pesar de tener miedo, solo se queda inmóvil y nos deja darle los tratamientos que necesita (colirio, suero, pomada, etc.).

Aunque no se ha podido concretar mucho su edad porque su boca está fatal, calculan que tiene más de diez años.

Llegó con un colmillo muy infectado cuya infección le abrió un agujero en el paladar, conectándolo con la nariz, por eso respiraba muy mal, además también tenía infección en los ojos.

Sus orejas estaban destrozadas, se había rascado tanto por el picor que le producían la otitis y los ácaros, que perdió trozos.

Los pulmones llegaron afectados y actualmente uno de ellos está colapsado.

Además de todo eso, es positivo a inmunodeficiencia felina… O tal vez, todo lo explica la inmunodeficiencia…

 

 

Su recuperación está siendo muy larga y demasiado lenta… Demasiados problemas para un gato tan anciano y con un sistema inmunitario inexistente… Es demasiado frágil…

 

 

Ha pasado por dos reconstrucciones del paladar, el agujero se ha abierto por tercera vez y tendremos que valorar cual va a ser la mejor opción esta vez. También le hemos tenido que extraer todas las piezas dentales, excepto un colmillo, estaban muy podridas.

 

 

La calle es muy dura y Jerry ha tenido suerte de salir de ella a tiempo. Ya había empezado su cuenta atrás… Le quedaban como mucho un par de días de vida, llenos de sufrimiento.

 

 

Lleva casi un año con nosotros y sigue tomando medicación diaria, a tenido temporadas malas y otras no tan malas, El camino se está haciendo cuesta arriba, pero vamos a seguir luchando por darle una buena calidad de vida los años que a este viejo callejerito destrozado le queden.

 

 

Durante el confinamiento, el hotel Convent Garden lo acogió junto Nito y Asti, otros dos de nuestros gatetes. Queríamos sacar a los gatos del refugio para evitar desplazamientos y nos echaron una patita.

 

 

Allí, los tres se pegaron la gran vida, ¡unas merecidas vacaciones en un  hotel de lujo gatuno!

Y han forjado una bonita amistad, Nito y Asti le dieron seguridad en sí mismo… La verdad es que estaba algo tristón antes de que ellos dos le diesen el empujoncito…

 

 

Ahora de vuelta en el refugio, ha conocido a Atenea. Una abuelita que llevaba toda su vida pariendo en la calle y a la que recogimos junto a sus dos últimas bebés.

Ella se ha enamorado locamente de Jerry ¡lo sigue a todas partes!

 

 

Al principio, a nuestro abuelo cascarrabias no le hacía gracia, pero finalmente (tal vez por pesada) ha terminado cediendo y aceptando su amor.

 

 

Jerry ha ganado un año de vida, a ver si logramos alargarlo por mucho tiempo… Y con la mejor calidad.