El Herpesvirus felino (FHV) es un virus responsable de la mayor parte de los casos de gripe felina.

Provoca el desarrollo de la rinotraqueítis felina, aunque también trae consigo la aparición de diversas dolencias oculares que pueden llegar a generar secuelas de por vida.

Es la causa más frecuente de enfermedades oculares en el gato. Suele provocar una conjuntivitis bilateral en cachorros y gatos jóvenes. Y puede ocasionar la pérdida total de la visión, e incluso del ojo.

Se manifiesta como una enfermedad respiratoria aguda que afecta las vías superiores del felino, pudiendo provocar:

  • Rinitis.
  • Sinusitis.
  • Bronquitis.
  • Fiebre.
  • Neumonía.
  • Conjuntivitis aguda.
  • Queratitis dendrítica ulcerativa. Una inflamación corneal que puede producir:

– Dolor

– Fotofobia.

– Lagrimeo.

– Sensación de cuerpo extraño y enrojecimiento.

– Inflamación crónica y cicatrización de la córnea

– Úlceras corneales.

– Reducción temporal o permanente de la visión.

– Ceguera.

  • En gatos recién nacidos, se puede presentar oftalmia neonatal (imposibilidad para abrir los ojos). La enfermedad puede agravarse con el desarrollo de:

– Queratitis (úlceras).

– Sinequias (la unión del iris a otras partes del ojo)

– Secuestros corneales (aparición de una capa

negra sobre la córnea).

  • En caso de no recibir tratamiento puede causar la muerte del animal.

 

Es muy fácil de contagiar y sus cepas mutan con enorme facilidad, las colonias de gatos callejeros son los más propensos a padecerlo por su inevitable contacto y la falta de vacunación.

El grupo de felinos con mayor riesgo de contagios son:

  • Los cachorros (se infectan también si la madre es portadora).
  • Los ancianos
  • Los gatos inmunodeprimidos por otras enfermedades o por la ingesta de medicamentos inmunosupresores.

 

El herpesvirus felino se trasmite por vía directa a través del estornudo, las lágrimas y la mucosa de un gato infectado.

Aunque la mayoría de los gatos infectados obtienen una recuperación completa, en algunos se mantienen secuelas de la infección, como cuadros de rinitis crónica.

Los gatos con rinitis crónica suelen estar sanos, pero mantienen una descarga nasal persistente y estornudos.

El gato queda como portador de por vida, aunque la excreción del virus es intermitente, limitándose solo al momento de reaparición de los síntomas. La reaparición de los síntomas está vinculada a los períodos de estrés.

 

El herpesvirus no se puede contagiar a los humanos ni otros animales, es una enfermedad exclusivamente felina.

 

¿Cómo protejo a mi gato frente al herpesvirus?

La vacunación es la única manera de hacerlo, ya que la vacuna proporciona inmunidad frente a esta enfermedad.

En ocasiones, los gatos vacunados también pueden enfermar pero sus síntomas serán más leves e incluso pueden resultar ser asintomáticos.